Reflexiones sobre desigualdad de género en nuestra sociedad.
La pasada semana oyendo uno de mis programas favoritos en la radio, Julia en la onda, escuché la siguiente noticia:
“Las desigualdades de género empeoran el acceso de las mujeres a la prevención, detección y atención del cáncer”.
Esta noticia llamó poderosamente mi atención y por ello, la he buscado en la web, ya que me parece muy apropiada para comentarla atendiendo al reto que se nos propone en el curso.
Así que aquí os dejo el enlace que he encontrado del periódico el País, para que la podáis leer detenidamente.
Como vemos, el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, pero hay que decir queno afecta de igual manera a hombres y a mujeres, y se ha llevado a cabo un estudio The Lancet, el cual señala como una recomendación general que se debe incluir el sexo y el género en todas las políticas y directrices relacionadas con el cáncer.
Como ya hemos visto a lo largo de la exposición del tema, sexo y género no son sinónimos y es significativo que el estudio haga hincapié en la necesidad de diferenciar entre género y sexo. Como ya sabemos el sexo se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres desde el nacimiento. El género, en cambio, es una construcción social que engloba los roles y conductas que se consideran socialmente apropiadas para mujeres o para hombres.
Pero a pesar de que este estudio se ha realizado en países con realidades muy diferentes, en todos, se denuncia que quienes ocupan los puestos de poder son los que deciden qué se prioriza, financia y estudia, al referirse el sector de la salud como un sector altamente masculinizado. Y por ello, las mujeres con cáncer siguen experimentando “diversas formas de discriminación” tanto en el acceso a la información sanitaria necesaria para la prevención de la enfermedad, con el que un 1,5 millones de muertes de mujeres podrían evitarse mediante estrategias de prevención primaria o detección precoz, y otras 800.000 si todas las mujeres tuvieran acceso a una atención óptima para el cáncer.
También y muy importante es la necesidad de analizar el rol de la mujer en la sanidad y los cuidados relacionados con el cáncer, y en este caso son las mujeres mayoritariamente, quienes se convierten en cuidadoras no remuneradas cuando un familiar sufre cáncer.
Al hablar de cáncer y mujeres, generalmente pensamos en aquellos tipos de cáncer que afectan a las mujeres de manera específica, como el cáncer de mama y el de útero. Pero este estudio ha incluido también otros tipos de cáncer que afectan a ambos sexos, para identificar diferencias sociales entre estos. Así se señala que las mujeres son diagnosticadas en etapas más avanzadas que los hombres en cáncer colorrectal, cáncer de vejiga y cáncer del tracto urinario y tiempos más largos entre la presentación al médico y el diagnóstico final para mujeres en comparación con hombres para diversos tipos de cáncer: pulmón, colorrectal, de vejiga, páncreas y de vejiga.
Muy importante también es señalar que los posibles efectos secundarios que provocan ciertos medicamentos para el tratamiento de la enfermedad sólo se han estudiado en hombres, y bien es sabido por otros estudios que los efectos secundarios de los medicamentos no son los mismos en hombres y mujeres debido a las diferencias biológicas. En el caso que nos ocupa, después de recibir un tratamiento oncológico, las mujeres tienen un 34% más de riesgo de desarrollar efectos adversos sintomáticos graves que los hombres.
Para finalizar, y como bien dice este interesantísimo artículo “hay un claro sesgo masculino en la manera de mirar el mundo ya que el patriarcado domina la investigación y la formulación de políticas para el cáncer .
Para acabar con las desigualdades de género en general, pero de manera particular en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, estas se deben abordar según como sea el paciente, ya sea hombre o mujer, personas jóvenes o mayores”. Hay que ir hacia un tratamiento individualizado y específico.
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